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HIJOS INVISIBLES

HIJOS INVISIBLES

Este ciclo escolar tengo la necesidad de llevar a mis hijos a la oficina después de la escuela. No tengo quien los cuide y no quiero dejarlos solos. Evidentemente no a todos en el trabajo les hace mucha gracia la idea pero en general no me preocupa, son chicos bien portados y no hacen más escándalo que el resto de las personas.



Pues bien, hoy me topo con que mi jefa se sentó con ellos a la hora de la comida. Ella también había llevado a su niña que es más o menos de la misma edad que mis hijos, y platicando con los niños les dice más o menos: "Es bueno que pasen más tiempo con su mamá, pero tienen que poner de su parte, tienen que ser invisibles y que su presencia no se note".

Me hizo recordar un consejo de Martha Alicia Chávez: "Hazlos visibles ante el mundo".

Precisamente Martha tiene un libro con el título "Hijos Invisibles", y habla de los daños que ocasiona el hacer sentir a un niño como si no valiera, como si todos y todo fueran más importantes que él mismo. Esto es especialmente cruel cuando la persona que te hace sentir así es tu padre o madre, quienes deberían brindarte seguridad en el mundo.

Con respecto al comentario de mi jefa de "ser invisibles", puedo decir que mis hijos poco o nada les importa lo que ella diga porque ni siquiera la conocen y tampoco es amiga mía ni familiar; pero decirle eso a su propia hija es preocupante. Cabe señalar que no es el único "consejo" que le da a la niña, de hecho hay miles de cosas que la pequeña hace para llamar la atención de su madre porque la forma en que ella la trata la hace sentir poco vista, poco querida, invisible.

Cuando un niño se siente invisible desarrolla conductas negativas que le afectarán el resto de su vida. Se puede volver agresivo, manipulador, controlador; o por el otro lado, ser completamente serviles y complacientes. También puede suceder que se alejen del mundo para no sentirse dañados.

Los hijos invisibles pueden pasar toda su vida tratando de ser visibles en el mundo incluso de formas extravagantes, u ocultarse de él al punto de anularse a sí mismos y negarse a todos los derechos que les corresponden.

Los niños y las niñas como cualquier persona tienen derecho a ocupar un lugar en el mundo, en sus familias, en sus sociedades. Decirle a un hijo que tiene que ser invisible y tratarlo como tal, es lo peor que le puede suceder en la vida y a la sociedad.

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