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"La Secretaría de la Función Pública (SFP) de México, que fiscaliza la actuación de los funcionarios, informó hoy que descubrió que dos grupos de empleados de la Secretaría de Educación estafaban a la institución.
El informe señala que en ambas redes estaban involucrados 194 empleados de la Secretaría de Educación Pública y agrega que su participación en estos hechos los inhabilitó para trabajar en una dependencia pública por períodos que van entre 10 y 29 años.
La dependencia fiscalizadora presentó también una denuncia penal por las actividades que realizaban los empleados.
Una de las redes la integraban 14 personas, que efectuaban compras simuladas, y en la otra participaban 180 personas que cobraron "prestaciones" con documentos falsos, según las autoridades".
Y por otro lado (en otra nota NO relacionada), el Episcopado Mexicano señaló al SNTE como el culpable del fracaso en el que se mantiene el sistema educativo del país:
"Nos preocupa la corrupción que consume enormes cantidades de recursos públicos que no llegan a rendir sus beneficios en los centros escolares".
Por primera vez estoy de acuerdo con el Episcopado. Si bien no es novedad que en las dependencias gubernamentales existan aviadores y nepotismo, lo cierto es que al menos antes trataban de ser discretos.
Por supuesto eso no es justificación, la corrupción es devastadora sobre todo cuando abunda en dependencias tan fundamentales como la Secretaría de Educación Pública.
En los últimos dos sexenios, la educación se ha dejado en manos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, dirigido por Elba Esther Gordillo Morales desde 1989.
El gobierno de Calderón utilizó como pretexto la corrupción de un sindicato para desaparecer una empresa, pero no es capaz de acabar con la influencia del SNTE en la educación mexicana, cosa que se ve reflejada en el terrible nivel académico de los estudiantes.
Cada año aumentan los recortes en el presupuesto destinado para la educación, mientras los maestros del sindicato son premiados con camionetas pagadas con el erario público. La "maestra" Elba Esther Gordillo Morales se nota a leguas una mujer poco preparada (a pesar de su larga carrera política), incapaz de dirigir el destino educativo; pero aún así el gobierno le deja hacer y deshacer, metiendo familiares igual de ineptos en puestos fundamentales.
La educación está en manos de una mujer que le cambió e nombre al virus de la influenza y al lema de la Universidad Nacional Autónoma de México, y que no puede pronunciar epidemiológico; pero es mucho más que eso.
Según Ricardo Raphael de la Madrid, autor del libro "Los socios de Elba Esther", Elba Esther Gordillo Morales es una mujer poderosa que imposibilita el avance del país. Según sus palabras:
"Creo que el gran error de Felipe Calderón se dio en 2006, cuando aceptó el ofrecimiento que le hizo Elba Esther de poner a operar el aparato electoral del SNTE a su favor. Andrés Manuel López Obrador actuó republicanamente cuando le respondió que no hacía tratos con las mafias. Hubiera sido estupendo que Calderón hubiera hecho lo mismo, pero no se resistió a la tentación".
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